Les franjes de l'Apocalipsi de la portada romànica de Ripoll

Les franges de l'Apocalipsi de la portada romànica del monestir de Santa Maria de Ripoll han rebut sempre poca atenció, malgrat que la imatge del Pantòcrator ha estat una de les més publicitades i emblemàtiques.

El Pantòcrator de la portada romànica de Ripoll, que presideix la portada i ha esdevingut un símbol d’ella, però realment forma part d’una de les parts principals de la portada, les dues franges superiors, més enllà de coronar el conjunt. Son la representació de l'Apocalipsi i formen part d'un dels principals temes que conformen la portada.

Malgrat aquesta situació emblemàtica, sols dos dels exegetes de la portada romànica de Ripoll, el dos primers (Pellicer, 1873 i Gudiol, 1909) hi presten una atenció rellevant, amb aportacions significatives. Els altres s’han limitat a fer una descripció més o menys àmplia i a recollir el que varen dir els dos primers.

Pellicer (fruït de l'estudi fet el 1867) fa la següent interpretació d'aquesta dues franges superiors de la portada romànica de Ripoll:

PRIMERA SECCIÓN.

El cielo y el porvenir de la iglesia.

En el centro preside el Cordero inmaculado, per cuneta témpora in una dominatione stans, con el libro de los siete sellos que han de revelar el porvenir. Su actitud es majestuosa. Sentado en un trono, su izquierda muestra el libro abierto, y tiene la diestra levantada en ademán de quién dice «Mirad!».

Rodéanle querubines que se ciernen en nubes y, simétricamente distribuidos, le miran respetuosos un ángel, un águila, un león y un toro. Los cuatro con alas, nimbo en la cabeza y un libro cerrado. Únenseles veinte y cuatro figuras que ostentan en sus manos un cáliz y una lira.

Aquí el artista evocó el recuerdo de los ángeles, los cuatro animales y veinte y cuatro ancianos del Apocalipsis en el acto de cantar al que ha sido digno de abrir los siete sellos este cántico nuevo: «Digno eres, Señor, de recibir el libro y abrir sus sellos; pues fuiste sacrificado, y con tu sangre redimiste para Dios á los hombres de toda tribu, lengua y nación».

Prosiguen los ángeles con levantada voz: “Digno es el Cordero que ha sido muerto, de recibir la virtud y la divinidad y la sabiduría y la fortaleza y el honor y la gloria y la bendición.»

Terminan todas las criaturas del cielo, mar y tierra:

«Al que está sentado en el trono y al Cordero bendición y honor y gloria y poder por los siglos de los siglos.»

Confirmanlo los cuatro animales con un «Amen», y los veinte y cuatro ancianos, humillando sus frentes, adoran al que vive eternamente. (Léase el cap. V del Apocalipsis).

San Gerónimo (en el prólogo galeato de la Biblia) observa que los veinte y cuatro ancianos simbolizan los veinte y cuatro libros del antiguo Testamento; los cuatro animales, los cuatro evangelistas y el libro de los siete sellos, lo venidero. En este sentido alegórico indica también la primera sección el antiguo y nuevo Testamento con el Mesías prometido, en cuyas manos está el Porvenir de la Iglesia. [Nota de Pellicer sobre una il·lustració del Beatus de la real Academia de la Historia].

SEGUNDA SECCIÓN

Visión beatífica.

Sus apóstoles, mártires, confesores, doctores, vírgenes, sacerdotes y profetas son «aquella multitud de justos que nadie podía contar» gozando de la beatífica visión de Dios. Completan el argumento de la sección anterior”. 

El que resulta interessant es la nota que inserta Pellicer en la seva descripció, un apunt que no ha estat seguit per cap dels analistes de la portada romànica de Ripoll:

“El archivo de la Real Academia de la Historia conserva un códice en pergamino que comprende el comentario del Apocalipsis recopilado por S. Beato de Liébana. Es del siglo X y procedente de S. Millan de la Cogollo. En su página 209 una singu­lar miniatura exhibe la misma idea que el primer compartimiento descrito. Jesucristo está sentado, viste túnica verde y manto rojo, rodea su cabeza un nimbo y su mano derecha ostenta el libro de los siete sellos. Los cuatro animales proféticos con un li­bro cada uno, sostenido con ambas manos, y la cabeza nimbada miran hácia el trono. Al mismo se dirigen también reverentes veinte y cuatro ancianos con coronas de oro. En el códice escriturario de Gerona que comprende un comentario del Apocalipsis escrito por Victoriano, obispo Petavionense en Stiria, hemos visto dibujado con mucha incorrección el mismo argumento”.

Es interessant veure com el Beatus de Girona, encara no era conegut com obra de l'autor de Lièbana, a finals del segle XIX: "...escrito por Victoriano, obispo Petavionense".

Pero centrem-nos en la semblança que troba Pellicer entre el Beatus de la Academia de Historia de Madrid i la franja superior de la portada romànica de Ripoll. Estem parlant de la imatge que adjunto, que pertany al Beatus de la Real Academia de la Historia de Madrid, provinent de Sant Milián de la Cogolla.

Beato de San Millán de la Cogolla, cap a 930. Madrid, Real Academia de la Historia. Ms. 33, p. 209r.

La imatge ens mostra que la semblança que Pellicer reclama, té molt sentit.

Si mirem el Beatus de Girona, també mencionat per Pellicer, la seva opinió també ens sembla acertada.

El Beato de Gerona, manat copiar per l’Abat Dominicus, obra dels miniaturistess "pintora Ende i serventa de Déu" i "monjo Emeterio i prevere". Fou acabat cap (amb la data exacta d’acabament de l’obra) 6 de juliol de 975.

Però si mirem el Beatus d’Urgell, no mencionat (desconegut?) per Pellicer, la seva opinió s’ens confirma. La configuración de la composición en aquest Beatus és molt semblant a la portada romànica de Ripoll.

Beato de la Rioja o León, cap a 975. Catedral de La Seu d’Urgel. Arxiu, ms. 26.

Repassant però altres Beatus, per exemple el d’El Escorial, tornem a allunyar-nos bastant del model aplicat a la portada romànica de Ripoll. Estem lluny de la llarga franja ocupada pels ancians i sants a la portada romànica de Ripoll.

"Adoració divina I teofonia final (Apocalipsi XXII), cap a 950-955, El Escorial, Real Biblioteca de San Lorenzo, Ms & II. 5, f°142v.

Crec que sense embuts podem relacionar les dues franjes de la portada romànica de Ripoll amb alguns exemplars dels Beatus, algun d'ells situat molt proper a Ripoll.